Si aún no conoces la sala de mapas que ayudó a Churchill a ganar la guerra te recomiendo que planees un viaje a Londres en cuanto puedas. Te dejo la web oficial para que puedas preparar la visita.
El bunker
Ubicada en unos sótanos próximos a la parte trasera de Downing Street, la Sala de Mapas formaba parte del llamado «Gabinete de Guerra», un búnker (no tan fortificado como hubiera sido deseable) en el que Churchill y sus colaboradores tomaron la mayor parte de las decisiones referentes a la participación del Reino Unido en la Segunda Guerra Mundial.
El bunker es un laberinto de pasillos de 12.000 metros cuadrados con capacidad para albergar a más de 500 personas. Se abrió el 27 de agosto de 1939, solo unos días antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia. Churchill no lo ocupó hasta casi un año después, coincidiendo con el comienzo del Blitz, el bombardeo alemán sobre el Reino Unido.
La sala de mapas
De entre todos los despachos y dependencias del Gabinete de Guerra destaca por encima de todos la Sala de Mapas. Esta sala tenía sus muebles y sus paredes repletas de mapas. Pinchaban unas agujas colores que señalizaban los movimientos de todos los barcos de guerra, enemigos y aliados También utilizaban un código de colores: rojo los británicos, marrón los franceses, amarillo los holandeses, blanco para Alemania y una cruz para Suiza. Con cada ataque o cada movimiento se actualizaba la posición de las agujas.
La sala de mapas emitía informes diarios para Churchill, su Estado Mayor o el rey Jorge VI. Contaba además con una hilera de teléfonos de colores, apodados «el coro de bellezas», mediante los cuales se comunicaban con el resto del mundo.
La Sala de Mapas acogió al primer ministro británico durante todos los años de la guerra. Funcionó 24 horas diarias a un ritmo vertiginoso. Puede decirse sin miedo que fue la sala de mapas que ayudó a Churchill a ganar la guerra.
El museo
Al poco de la rendición de Japón quedó en desuso y en 1984 se convirtió en museo. Hoy día puede visitarse y ver que permanece casi como la dejaron sus ocupantes. Hay bolsitas de agujas de colores listas para ser utilizadas y mapas extendidos. Sin embargo lo más curioso que puede verse es el atlas publicado por la editorial newyorkina Knopf en 1944.
Este atlas está abierto y tiene signos de haber sido consultado frecuentemente. Lo curioso es que es un libro que muestra, como dijo su propio editor «no solo los lugares extraños en los que luchan los estadounidenses, sino las razones por las que se está luchando allí». Los mapas están elaborados en proyección acimutal centrada en los polos, (te recomiendo que consultes la entrada sobre las proyecciones de los mapas). Esta vista es muy incómoda para los usos habituales pero muy adecuada para reflejar como se veían desde un avión los movimientos de las tropas sobre el terreno. Teniendo en cuenta que el avión había sido utilizado como instrumento de guerra por primera vez en la Segunda Guerra Mundial, el atlas de Knopf pudo haber sido una herramienta indispensable para Churchill.