El Mapa de Mercator hay que considerarlo como un hito en el mundo de la cartografía.
Mercator fue un cartógrafo del siglo XVI. Hablamos del tiempo de los navegantes y de los grandes descubrimientos. Las naves se hacían a la mar con los mapas que existían en el momento y con las directrices y la experiencia de sus predecesores. Mapas confusos, con información parcial, poco actualizada y no siempre bien dibujados. ¿Qué pasaba? Que con tanta imprecisión la mayoría de las veces llegaban a sitios que no tenían previstos. Así se descubrieron muchas tierras.
Mercator, que además de cartógrafo era comerciante y pretendía vender sus mapas, ideó un mapa con dos características fundamentales
- Representaba la totalidad del mundo conocido hasta el momento
- Se podía medir en él el rumbo a seguir por un barco para llegar a un lugar deseado
¿Cuál fue la innovación de Mercator?
Imagínate que la Tierra es una naranja y que dibujas sus gajos sobre su piel. Imagínate también que la metes en un tubo vertical. La naranja tocará al tubo justo en su parte central, lo que en la Tierra sería el ecuador. Las partes más cercanas a los polos norte y sur serán las más alejadas del tubo. Luego cortas cada gajo de piel y lo estiras uno a uno hasta que se peguen con la pared interior del tubo. Por último desenrollas el tubo.
Como los gajos se hacen más pequeños a medida que se separan del centro, ahora tienes un papel plano al que le has pegado un montón de rombos unidos por su diagonal horizontal. Para hacer un mapa continuo hay que estirar las partes superiores e inferiores de los rombos, como si fueran de plastilina, hasta que se unan unas con otras. En otras palabras, hay que deformar la Tierra para convertir los rombos obtenidos en rectángulos que puedan unirse unos a otros.
Y eso es lo que hizo Mercator: deformar los contornos y conseguir que todos los meridianos fueran líneas paralelas y verticales.
Pero esto no era lo más importante. El gran aporte de Mercator es que no solo estiró los gajos en horizontal para convertirlos en rectángulos, sino que también lo hizo en vertical. Mercator separó cada paralelo una cantidad proporcional a la deformación necesaria en horizontal. De esta forma consiguió que la deformación en el sentido de la latitud fuera idéntica a la deformación en el sentido de la longitud. Mercator consiguió lo que se llama un mapa conforme, un mapa que sacrifica las formas de los continentes a cambio de que se mantengan las direcciones.
Utilidad de la idea de Mercator
La utilidad de una proyección así es que un barco que quiera ir de un punto a otro puede localizar los dos puntos en el mapa, unirlos con una línea y calcular su rumbo con respecto al meridiano. Luego bastará con seguir el rumbo calculado con una simple brújula. Aún hoy se utiliza en navegación aérea.
La Cartografía de base actual tampoco le ha dejado de lado. Buena parte de ella, por ejemplo el Mapa Topográfico Nacional de España, está confeccionada en proyección UTM, Universal Transverse Mercator, Ahora el cilindro es horizontal y la línea tangente no es el ecuador, sino un meridiano. Para evitar grandes deformaciones se utilizan 60 cilindros, dividiendo la Tierra en 60 zonas UTM. España está entre las zonas 28, 29, 30 y 31. No obstante para latitudes superiores a 80º existen otros recursos más precisos. Ya hace mucho tiempo que se asumió que el mapa perfecto no existe y que los mapas en UTM solo sirven para determinados usos.
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El Atlas de Gerardus Mercator
En el atlas de Gerardus Mercator Kevin Wittmann analiza la apasionante vida y la increíble obra cartográfica de Gerardus Mercator. Artículos relacionados con el libro: El mapa de Mercator