El Naturgemalde no es propiamente un mapa pero su belleza merece una entrada en Los Mapas Molan Mil
El grabado publicado en 1806 por el naturalista Alexander von Humboldt, como parte de su libro titulado “Ensayo sobre la geografía de las plantas”, es una obra que merece especial atención. A simple vista, parece una representación del majestuoso volcán ecuatoriano El Chimborazo, pero en realidad, podemos considerarlo como la primera infografía de la historia.
Humboldt, quien había ascendido meses antes casi hasta la cima del Chimborazo, utilizó una sección de este volcán para situar las plantas exactamente donde las había observado en su día. Además, relacionó estas plantas con otras que había estudiado en montañas de continentes lejanos. Pero su enfoque no se limitó solo a las plantas; también incluyó las alturas de las cumbres como referencia, así como las altitudes alcanzadas por él mismo y sus competidores más directos.
El Naturgemalde mucho más que un listado de especies
Este grabado marcó un hito importante, ya que fue la primera vez que un tratado de botánica trascendió la mera enumeración de especies. Para Humboldt, la naturaleza no era un conjunto aislado de elementos, sino un intrincado entramado de vida. Los organismos, ya sean animales o plantas, dependían unos de otros, y todos ellos contribuían a modelar el hábitat que ocupaban.
El mapa, un desplegable de 90×60 cm, contenía anotaciones en sus márgenes que reflejaban la interpretación global de la naturaleza. Datos sobre gravedad, temperatura, composición química del aire y punto de ebullición del agua estaban ordenados por altura. El libro que acompañaba este grabado era como un gigantesco pie de foto, dedicado a explicar minuciosamente cada detalle.
Humboldt, un divulgador
Humboldt también abogaba por la popularización de la ciencia. Sus numerosos libros combinaban datos científicos con descripciones interesantes y elegantes de los lugares que había visitado. Además, participaba entusiastamente en conferencias dirigidas a todo tipo de público, compartiendo con pasión sus experiencias y conocimientos.
En resumen, El Naturgemälde de Humboldt no solo representa una obra maestra visual, sino también un testimonio de su profundo compromiso con la exploración, la ciencia y la divulgación del conocimiento.