Sin traducir sería The Geotagger´s World Atlas, aunque nosotros seguiremos llamándole el atlas geoetiquetado
Eric Fischer es una apasionado de la computación y de los datos. Ya vio hace tiempo, unos cuantos años antes de la revolución del big data, el potencial que tenían los datos recopilados por las redes sociales.
Artista de 50 años, vinculado a la universidad de Chicago y luego empleado de Google, hace 10 años le pidió a Twitter el acceso a los datos de 3.000 millones de tuits (no al contenido). En aquella época muy pocos hubieran sabido qué hacer con esa cantidad ingente de información. Fischer se dedicó a jugar con ellos y a elaborar mapas que reflejaban cosas como el lugar de residencia de los usuarios de iPhone frente a los de Android, de donde se podía deducir el nivel socioeconómoco de las distintas áreas geográficas, o el idioma del tuit, identificando comunidades de inmigrantes en las grandes ciudades, por ejemplo.
El siguiente paso fueron los datos de las imágenes de Flikr y Picasa. De ellas se quedó con la geolocalización de las fotos y elaboró estos maravillosos mapas de las zonas más fotografiadas de cada ciudad. Es lo que se conoce como The Geotegger´s World Atlas de Eric Fischer. El resultado fue tan espectacular que el altas estuvo expuesto en el mítico MoMa, el museo de arte moderno de Nueva York, durante el año 2010, con el título Locals and Tourist.
¿Y qué tiene esto que ver con el turismo y la población local? Pues que Eric Fischer no solo registró el lugar de publicación de cada imagen, sino que le hizo un seguimiento a los móviles de los fotógrafos. De esta manera pudo separar las fotos turísticas de las procedentes de los propios vecinos, y así determinar cuáles son las zonas más visitadas y las que ofrecen mejores vistas.
Cerrada la exposición del MoMa, no nos queda otra posibilidad más que admirar el atlas en la cuenta de Flikr del autor. Aquí las ciudades están ordenadas por número de imágenes publicadas en su zona central y todas tienen la misma escala para que puedan ser comparadas unas con otras. Se aprecia una notable diferencia entre las zonas «fotografiables» de las ciudades grandes, como Nueva York o San Francisco, y las pequeñitas, como Cracovia. Pero es interesante ver como no todo el interés se recae siempre en sus distritos más céntricos. No son una guía de viaje pero a veces hay que hacer caso a eso de que «donde va Vicente…»
Transcurrido el tiempo y lo que hemos aprendido del big data y de la inteligencia artificial este proyecto es bonito pero no parece nada impresionante. El mérito de Eric Fischer y del atlas geoetiquetado es que está hecho en la época anterior a la ingeniería de datos.
Gracias al éxito de la exposición y a la notoriedad ganada, Fischer dejó Google y montó su propia empresa, A día de hoy su currículum artístico es un pelín más amplio 😉