El Atlas Catalán, una joya cartográfica que nos transporta a la Edad Media.
Algo de contexto
Durante los siglos XIII, XIV y XV, la escuela cartográfica mallorquina, junto con los genoveses, fue la principal productora de mapas de la época. Estos cartógrafos mallorquines eran minuciosos en la creación de cartas náuticas y portulanos, que detallaban con asombrosa precisión las costas y los puertos. Además, sus mapas estaban adornados con ilustraciones coloridas de ciudades y accidentes geográficos, lo que los hacía tanto precisos como hermosos.
La corona de Aragón sabía de su destreza y los consultaba cuando quería hacer un regalo especial. En una ocasión, el Infante Juan decidió celebrar la coronación del nuevo rey de Francia, Carlos VI, enviándole un mapamundi.
Aquí entra en escena Abraham Cresques, maestro de mapas y brújulas. Le encomendaron la tarea de crear un mapa que mostrara el estrecho de Gibraltar, la costa atlántica y el océano. Pero Cresques y su hijo fueron más allá. Representaron todo el mundo conocido hasta la fecha, desde Noruega e Irlanda hasta la costa occidental de África, Siberia, India y China. Así nació lo que hoy conocemos como el Atlas Catalán.
Este mapa no solo es bello y preciso, sino que también refleja los conocimientos de la época en astronomía, astrología, cosmografía, geografía y medicina. Incluso incorpora detalles de otras culturas, extraídos de las narraciones de viajes de Marco Polo y el explorador marroquí Ibn Battuta. Siguiendo la concepción de Ptolomeo, la Tierra es el centro del Universo, y el Sol, la Luna y las estrellas giran a su alrededor. Además, concibe la Tierra como un cuerpo esférico, proporcionando una longitud de círculo máximo asombrosamente precisa.
Estructura del Atlas Catalán
El Atlas Catalán es esencialmente un mapamundi del mundo conocido a finales del siglo XIV, siempre desde una óptica centrada en el Mediterráneo. Algunas características aproximadas del atlas son:
- Seis hojas dobladas por la mitad, cada una pegada sobre tablas de madera.
- Cada hoja tiene unas dimensiones de 65 × 50 cm, lo que le da una envergadura total de 65 × 300 cm.
- La obra se inicia con un resumen de los treinta días de un mes lunar y dos diagramas circulares. El primero incorpora por primera vez en la historia de la cartografía una rosa de los vientos para calcular la marea alta durante la luna llena. El otro, se cree que disponía de un indicador móvil, que permitía el cálculo de las fiestas movibles del año: carnaval, pascua y pentecostés.
En resumen, el Atlas Catalán es una ventana al pasado que nos muestra cómo se percibía el mundo en aquel entonces. Si deseas saber más detalles o explorar visualmente el Atlas Catalán, te recomiendo consultar la copia editada en Barcelona en 1959